“Cuida tus
pensamientos, por que se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, por
que se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, por que se convertirán en tus
hábitos. Cuida tus hábitos, por que se convertirán en tu destino” Mahatma
Gandh
Somos como decía Aristóteles, lo que hacemos día a día y eso tiene que ver con nuestros hábitos. Generar herramientas mentales que favorezcan un mejor funcionamiento mental, puede impactar en nuestro potencial. Aquí, tienes algunas que se han probado con éxito.
1.1 Prioriza:
enfócate en tus valores
En muchas
ocasiones, nos perdemos en lo superficial, gastando nuestro tiempo en actividades que
no queremos hacer o que simplemente no nos llenan. Es importante conocer lo primario en nuestra vida. Es necesario establecer
prioridades en nuestros valores. Un valor, es cualquier, objeto, persona,
idea… que para nosotros sea muy apreciable. Los amigos, tu padre, tu novia, el
dinero, tu ultimo disco, el amor…
existen innumerables valores. Por eso, es importante saber que tiene valor
para ti. Y como no, enfocarse en ellas,
dedicarles más tiempo a lo largo del día.
Un ejercicio práctico es:
1.
Identifica tus 10 valores principales.
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2.
Elige de esos 10, los 3 más importantes para
ti.
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3.
Haz una frase o declaración motivante que
contenga las tres palabras que definen tus valores principales.
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4.
Coloca dicha frase en un lugar visible en
casa.
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1.2 Haz cosas que te
apasionen
“La pasión es el poder
de la energía espiritual positiva” Ken Robinson
También
eres espíritu, y tienes que alimentarlo. De hecho, las personas espirituales,
tienen un mayor desarrollo de la corteza cerebral Estudio. Y no
nos referimos a las personas religiosas, que por otro lado también se declaran
más felices y satisfechas con su vida Estudio.
Cuando hablamos de espíritu nos referimos a un tipo de energía.
Vamos a distinguir dos tipos de energía, por un lado tu
energía física que se relaciona con la salud y como cuidas tu cuerpo, si haces
ejercicio, si comes bien, si bebes alcohol……
Pero existen otros factores que afectan a tu energía, sea cual fuere tu
nivel de condición física. Tiene que ver con la motivación, los estados de
ánimo y los sentimientos, con la visión propia de tu vida y de tus objetivos.
Por “espíritu” entendemos tu exclusiva fuerza vital, y en el sentido que afecta
a las fluctuaciones de tu estado de ánimo. Así, tu energía física puede
fluctuar según la actividad que estés realizando y los cambios de estado de
ánimo. La pasión tiene que ver con todo
aquello que alimenta la energía espiritual, en lugar de consumirla.
Haz cosas que te apasionen en tu día a día. Saca tiempo para
recargar tu espíritu.
1.3 Enfócate en lo
positivo
Desde un
punto de vista práctico, ser optimista tiene muchos beneficios, de hecho, viven
7.5 años más de media, y tienen más funcionalidad física y psicológica que los pesimistas. Algo que se acentúa a
medida que envejecemos Estudio.
Otro
punto importante, es desarrollar cualidades como persistencia, autocontrol
(voluntad), curiosidad, determinación, consciencia y confianza. Estas predicen
más el éxito laboral y educativo que el coeficiente intelectual Estudio.
Un
ejercicio práctico puede ser, escribir cada noche en una hoja, 5 cosas por las
que estés agradecido en el día de hoy. En este estudio encontraron que las
personas que lo hicieron, mejoraron su salud, su nivel de felicidad y su
rendimiento Estudio.
1.4
Medita
Terapeutas, científicos y
budistas, han demostrado que la meditación es
fuente de salud. De hecho, el sobrenombre de “el hombre más feliz del mundo” se
le da a un lama budista francés Matieu Ricard. Investigado por los científicos,
éste, demostró tener mayor activación cerebral en una zona que se relaciona con
las emociones positivas (hemisferio izquierdo).
Entre
los beneficios de la meditación se encuentran la mejora del aprendizaje, la
memoria y la regulación emocional Estudio;
La mejora de la atención Estudio;
el aumento de la empatía, la compasión y el altruismo Estudio; la mejora de la
salud celular Estudio; y la reducción de la presión sanguínea Estudio entre otros.
¿Como meditar de forma básica?
- Nos sentamos en un lugar que estemos cómodos, puede ser en
una silla o en el suelo, preferiblemente con la espalda recta.
- Cerramos los ojos y centramos nuestra atención en la
respiración.
- Vendrán pensamientos a nuestra mente, los dejamos ir y
volvemos a centrar nuestra atención en la inhalación y la exhalación durante un
periodo de 3´
- Con la práctica puedes ir aumentando el tiempo de
meditación
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